Friday, January 26, 2024

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🍇María Del Río Iturriaga 🌿

🍊Pasión de chef🍒


Entrevista por Teresa Iturriaga Osa
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—María, supongo que tu ambiente familiar, inmersa en la hostelería de alto nivel y la cocina de autor de tu abuelo, influyeron en tu destino. ¿Qué sientes cuando cocinas? Cuéntanos.

M.—Efectivamente, la pasión familiar por la cocina me llevó a la convicción de que también era mi camino. Mi abuelo materno de origen vasco, el chef Juan José Iturriaga, fue para mí un gran maestro. Pionero de la cocina creativa desde los años sesenta, con premios nacionales en Francia y en España, revolucionó la gastronomía de la jet set en Mallorca al frente del famoso Castillo Hotel Son Vida, propiedad de los Príncipes de Mónaco durante más de una década. Me emociona recordar que en mi infancia veía siempre a mi abuelo trabajar sin descanso con su chaquetilla blanca en el Restaurante Iturriaga de Bilbao, donde obtuvo con orgullo su Estrella Michelín. Por eso, su legado corre por mis venas al sentir la cocina como un arte. Inspiración. Pura pasión. 

 

Cuando era niña, en casa cocinaba mi madre y, al llegar del colegio, todo olía a hogar. Ella siempre ha sido la inspiración para todos. Como escritora mantiene el lema “con lo que tengo, cocino”, una metáfora que aplica a su propia vida, tanto en el ámbito literario, como en su desarrollo personal. Así consigue conquistarnos con sus platos, porque les pone mucho amor. Incluso, mi padre se ha dejado contagiar por esa magia y cuando tiene un poco de tiempo, nos sorprende con sus guisos. Mi hermana Maite, qué decir… Tiene un don natural. Cocina muy bien con el toque francés de su marido Matthieu. Por eso, al cocinar, siento una explosión de emociones, pues haga lo que haga, en la creación reúno todos mis afectos. Allí está presente mi marido Andrea, que me apoya y aplaude con cariño mi creatividad, puesto que es el primero en probar mis nuevas preparaciones. En un gran círculo emocional, enlazo a mis familias, la española y la elbana, a mis buenos amigos, a las personas que aprecio, todas sutilmente reflejadas en el plato. Tengo presentes a los comensales para quienes cocino a través de mis sentimientos, eso da buena vibración a la comida. La vida desde ahí tiene mucho sentido, porque me encanta mi trabajo, me encanta cocinar…

—¿Consideras que las mujeres han sido olvidadas en la historia de la gastronomía? ¿Se ha conseguido una igualdad de oportunidades en este sector? ¿Cuál ha sido tu experiencia personal?

M.—Creo que las mujeres desde el principio han sido las maestras de cocina de sus hijos, de ellas depende que un hombre o una mujer—indistintamente— ame la cocina. Es difícil dar una opinión precisa y objetiva sobre este tema. Es cierto que durante siglos los hombres han tomado las riendas de esta profesión, ya sea en palacios, grandes hoteles, restaurantes o transatlánticos de lujo, centros institucionales, políticos y religiosos. La realidad es que se conocen muy bien los nombres de chefs creativos en el mundo aristocrático, pero ignoramos el trabajo de muchas mujeres que en ocasiones fueron sus maestras en cocina. Desgraciadamente, fueron relegadas al ámbito doméstico. Sin embargo, hay que reconocer que los cánones están evolucionando y la mujer, lentamente, está tomando la posición que le corresponde. Debo decir que mi experiencia personal ha sido por lo general satisfactoria. He encontrado grandes profesionales que me han enseñado los secretos de la auténtica cocina, desde los maestros de Estrella Michelín hasta un pescador que, al llegar a puerto en su barca, te enseña cómo se escaman las sardinas. Todo es importante.

—Algunos pedagogos sostienen que la cocina debería introducirse en la escuela como materia de enseñanza. ¿Te parece una asignatura interesante para la formación del menor?

M.—Creo que sería una idea maravillosa conseguir que los jóvenes, ya desde edades tempranas, tomasen contacto con el mundo gastronómico, puesto que, en la actualidad, muchos padres no tienen la posibilidad de hacerlo por falta de tiempo, debido a las exigencias de su trabajo. La cocina es sinónimo de disciplina, concentración, precisión, pero, sobre todo, de compañerismo. Es importante que el cocinero aprenda la técnica, ahora bien, sin un espíritu de escuadra fuerte, no conseguirá llegar a muchos de los objetivos. No podrá llegar a la satisfacción de un trabajo bien hecho si no valora el esfuerzo del equipo. Es fundamental también inculcar la filosofía de que todos podemos llegar, no importa si no somos altos, flacos, ni tampoco depende del color de nuestra piel o del sexo, ni de una religión u otra. La cocina es para todos, basta tener ganas y empeñarse mucho. Como decía mi abuelo hace unos años en una entrevista de prensa, dando consejos para futuros chefs:

“Quiero hacerles saber, en primer lugar, que es necesario hacer un buen aprendizaje, porque sin esto nada han de conseguir y cocinero no es el que quiere, sino el que puede. Para ello es necesario reunir muchas cualidades, tales como vocación, personalidad, amor a la profesión y espíritu de sacrificio. Todo aquel que posea todas estas cualidades llegará a ser lo que se proponga, pero no debe olvidar también que, si ha sido duro el llegar, más duro y difícil será mantenerse en el puesto que se ha conquistado...”

Además, es una profesión que te da la oportunidad de viajar y conocer nuevos horizontes, como me ha sucedido a mí. Hoy en día se busca cada vez más la excelencia en la gastronomía de los centros turísticos y ser cocinero es una salida profesional muy interesante para la juventud. Las escuelas de hostelería insisten en el estudio de los buenos hábitos alimenticios, el cuidado de la salud, el empleo de los productos kilómetro cero. Hay que trabajar en una cocina del compromiso con la calidad, en platos innovadores que agraden al cliente exigente y sean nuestra tarjeta de hospitalidad. La creatividad que emociona con cada preparación es una forma respetuosa de relacionarnos con las personas que quieren vivenciar nuestra cultura.

—Háblanos de tus nuevos proyectos creativos.

M.—Este es un momento muy importante en mi vida, ya que la Isla de Elba, donde resido desde hace más de diez años, se ha convertido en mi hogar. Y al iniciar el año 2024 he tomado la decisión de encaminar mi profesión hacia un público más amplio. Me explico. Me gustaría cocinar para todo tipo de personas, desde quienes vienen a la isla vía marítima con su barco a quienes tienen su casa de veraneo o vienen a pasar unos días, pero, sobre todo, mi intención es ofrecer al elbano un servicio que no es fácil encontrar en plena temporada estival. Como, por ejemplo, organizar una cena privada en pareja, entre amigos, cumpleaños, aniversarios, celebraciones especiales. O, simplemente, encargar una comida a domicilio porque alguien desee regalarse un día diferente sin tener que ocuparse de cocinar. Me gustaría también colaborar con las personas que se dedican a organizar eventos de cualquier índole, ya sean culturales, deportivos o sociales. No descarto tampoco la posibilidad de dar cursos de cocina a niños y jóvenes, tanto en el sector de la hostelería como en centros educativos. Tengo un proyecto de taller para niños en vacaciones como actividad lúdica cuando el calor se hace insoportable en el exterior. Un taller de cocina práctico, igualitario y participativo. Es una forma de aprender y jugar a la vez, gracias al desarrollo de la creatividad y las habilidades sociales.

—La cocina y la vida hierven en esa mirada tuya de artista, María. Te deseamos mucho éxito en tu camino. Eres única. Avante.

 MariaElbaChef 🍄

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© MariaElbaChef 

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Tuesday, August 1, 2023

 

Experiencia de Alana Wilson en el taller-residencia  

impartido por Alfonso Crujera en Gran Canaria






   

El tiempo de aprendizaje y experimentación con el grabado electrolítico junto a Alfonso Crujera fue extraordinario; una maravillosa experiencia inmersiva en un bellísimo lugar natural con el apoyo de un ambiente familiar.





Inicialmente, me intrigaron los métodos no tóxicos de grabado electrolítico, así como el aprendizaje de los nuevos procesos relacionados con la electrólisis, que difieren bastante de los clásicos utilizados en el grabado con ácido. Las dos primeras semanas en el taller estuvimos trabajando con técnicas como la línea sobre barniz duro y la mordida abierta para conseguir áreas tonales, procesos con barniz blando, el grabado electrolítico semiseco (algo muy reseñable, ya que se obtiene el máximo provecho gráfico  tanto en el cátodo como en el ánodo), la galvanización y el grabado electrolítico pasivo. La tercera y última semana me dediqué de lleno a trabajar las planchas e imprimirlas. Alfonso posee un gran conocimiento y maestría en dichos procesos y, sobre todo, está abierto a compartir con los demás su investigación, a menudo, recomendando métodos y recursos que fomentan la experimentación.

La técnica que más atraía mi curiosidad era el grabado semiseco que utilizaba el polo negativo para galvanizar. Aprendí que este proceso es siempre impredecible, al permitir que la superficie de la placa adquiera texturas en función de los materiales que se empleen sobre ella. Fascinante. Entonces, de cara al futuro, nos pusimos a pensar cómo llevar a cabo cada fase en mi propio estudio y su viabilidad me generó un gran sentimiento de confianza para seguir dando pasos en mi investigación creativa con algunos de estos métodos.

Cabe destacar también cómo Alfonso vela por la salud y la seguridad del grabador y del medioambiente durante todo el trabajo en su taller; y tanto los materiales como los procesos que comparte en sus prácticas son muy seguros.

La obra de Alfonso Crujera incluye una amplia trayectoria artística que no se reduce al grabado, sino que abarca muchas disciplinas como el dibujo, la pintura y la escultura. De hecho, durante mi estancia, realizó muchos dibujos que fueron envolviendo mi trabajo en un ambiente inspirador. Crujera es una persona dispuesta a compartir sus creaciones y discutir sus métodos, así como a exponer su filosofía relacionada con la práctica artística en general. Me explicó su creencia en la vida como valor primordial, mucho más importante que el arte. Y esa afirmación se hizo realidad durante mi estancia, desde la discusión sobre la filosofía e historia cultural hasta el intercambio de recetas de cocina, además de conocer a su familia –su mujer Amparo, sus hijos y nietos–, hablar sobre libros, nutrición y bienestar mental, nadar en la piscina local y explorar la isla de Gran Canaria.

Personalmente, confieso haber disfrutado de una experiencia profundamente enriquecedora de aprendizaje y se la recomiendo a cualquier artista que desee ahondar en sus técnicas de grabado en la residencia. *

Alana Wilson


Pagina web de Alana Wilson

 

* Traducción Teresa Iturriaga Osa

 

Fuente: 

http://es.crujera.com/residencias/artistas-residentes-2019/alana-wilson---juniojulio--/

Julio 2023


Tuesday, July 11, 2023

 


ANDRA MARI




ANDRA MARI

Colección poética de Teresa Iturriaga Osa

Nueva publicación en e-book titulada “Andra Mari” por la Editorial Aurora Boreal de Copenhague www.gourmetboreal.com  –portal y revista digital para los amantes del español en Dinamarca–, dirigida por Guillermo Camacho. 

Este es el enlace:

 https://gourmetboreal.com/tienda/poesia/andra-mari/

Síntesis

Un destino a lo lejos dibuja la estación del salitre, un olor a algas penetra en mi interior. Me parece estar llegando en tren a Zumaia como todos los veranos de mi infancia. Ahí está el milagro, Andra Mari: el lugar donde se revela el sentido de una vida abierta al sueño. Palpita el alma al paso de las líneas que luchan por ser verso cada instante del día y de la noche. Siempre.

Eskerrik asko, aita y ama.

 


Tuesday, August 23, 2022

 

<<Acceso>>


Sí.
A mí se me conquista
por la palabra y el gesto.
Incluso,
hay atajos que llegan hasta mí
por el silencio.
Y ahí estás tú.
Conmigo.




Teresa Iturriaga Osa



Saturday, July 16, 2022

 

EXPOSICIÓN Y ACTIVIDADES EN TORNO A 

LA OBRA ARTÍSTICA DE SIRA ASCANIO


Berbel, Juan Marqués, Teresa Iturriaga y la hermana de Sira Ascanio.

Sunday, March 20, 2022


Desasosiego




Esta ciudad con orgullo
se ha levantado con los tirantes
tan descolocados
que me colma de mimos, desnuda
su bandera pirata, botín,
veneno y velas
abiertas al mar.

Lo infranqueable se escabulle entre ladrillos,
azulejos rotos, ahumados,
fritos y refritos.

Las fachadas enrojecen de placer,
evocando un desasosiego
de dioses y medusas.

Es denso el olor del odre
viejo, portuario, capaz
de fundirse con el mosto de aceite y red
siempre oculto bajo la sal del suelo.
La vida marea el vientre añejo
de los hombres-pez,
ablanda el vuelo de las gaviotas.

Teresa Iturriaga Osa

(en Portoferraio, Isola d'Elba, Italia. Marzo 2022)


Wednesday, December 8, 2021

 

POESÍA, MÚSICA, DANZA...

O EL PODER DEL HARA


Para mí la danza es el arte de vivir en armonía con todas las facetas que nos componen, mente, corazón y cuerpo. La danza no se reduce a una técnica que mejora con esfuerzo el talento natural del individuo, su sentido es poner el alma en movimiento. El milagro de levantarse y andar. Un sabio dijo que, al danzar, no somos simple materia, sino “forma que se insinúa en ella como una onda”. Ciertamente, hoy en día, estas palabras suenan extrañas, no es fácil entender este lenguaje en un mundo tan comercial como el que vivimos. Respiramos cada vez más solos en medio de un páramo poblado de gentes ausentes de sí mismas y buscar el abrigo del alma nos obliga a volvernos un poco niños, un poco locos... Pero el arte nos hace libres. Bailar, bailar, bailar. Y cuando se encuentran en esa dimensión, la danza y la escritura se reconocen en un mismo soplo y en una misma caligrafía. Recuerdo que hace unos años, conocí a la escritora Soledad Puértolas en su librería-café de la calle Apodaca en Madrid y le expliqué estos sentires. Me había llevado hasta allí su hermana Ana, la gran pionera del periodismo de viajes en España; y, claro, me invitó al rioja que fue el culpable de mi desvarío de aquella tarde de invierno. Entre otras cosas, le conté que acababa de hacer un curso de danza del vientre en Lisboa bajo la dirección de Claudia Cenci, una belleza de mujer. Se interesó por sus clases en la capital. Al punto, yo me levanté de la silla muy inspirada y, sin pensarlo dos veces, le tracé un arabesco: “es así de fácil, las dos plantas apoyadas, las rodillas un poco flexionadas y la cadera que va siguiendo el dibujo de un ocho en el suelo, ¿lo ves? Tan sencillo como esto... y escribir, bueno, ¿no es eso mismo?, ¿no hay que bordear con el poder del hara suavemente el infinito?”. Inténtenlo.


Teresa Iturriaga Osa